En un contexto de tipos de interés más reducidos, es importante asegurarse de que las carteras de inversión están funcionando a su máxima potencia. Puede merecer la pena plantearse incorporar activos privados, dado que pueden mejorar las rentabilidades, reducir el riesgo y aumentar la diversificación.
Los activos privados son oportunidades de inversión que no están disponibles a través de los mercados públicos, como las bolsas de valores. Estos activos permiten a los inversores beneficiarse directamente de temáticas de inversión a largo plazo, además de brindar acceso a segmentos o sectores especializados, como el capital riesgo o el inmobiliario, a los que resulta difícil exponerse a través de las vías tradicionales. Sin embargo, los activos privados también conllevan desafíos. Pueden llevar aparejados altos niveles de inversión mínima o resultar complejos y poco líquidos, por lo que resulta fundamental estudiar con atención las distintas opciones.
Nuestra relación con el universo de los activos privados se remonta a 1853, cuando participamos en la financiación de la mejora de la red ferroviaria cubana. Actualmente, nuestros equipos de inversiones especializadas abarcan ámbitos como el del capital riesgo, las infraestructuras y el inmobiliario, además de áreas en expansión como los préstamos a pequeñas empresas.
Somos una de las pocas firmas a escala global que cuenta con una gama verdaderamente amplia y diversa de capacidades internas en todo el universo de los activos privados. Nota: no todos los productos están disponibles en todos los mercados.
Schroders es una gestora global de primer nivel que opera en 37 localizaciones de Europa, América, Asia, Oriente Medio y África.
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